Se acerca el fin de año ¿época de balances?

Inicio Blog Entradas Se acerca el fin de año ¿época de balances?

Se acerca el fin de año ¿época de balances?

Se acerca el fin de año ¿época de balances? Recomendaciones frente a la propensión a hacer balancesA esta altura del año nos parece como si el tiempo se acelerara.

Cuesta mirar el calendario y aceptar que ya ha pasado más de la mitad del año…pero ¿por qué nos pesa tanto darnos cuenta de eso?

En muchos casos tiene que ver con que no hemos logrado la plena realización de los objetivos que nos planteáramos al inicio del año, en otros casos porque nos damos cuenta que repetidas veces han quedado pendientes los mismo objetivos, un año tras otro.

Sea como fuere, es un dato objetivo de la realidad que estamos en el mes de noviembre, y que por lo general, las personas solemos en esta fecha “estar propensas” a hacer balances.

Uso con toda intencionalidad la palabra “propensión” porque entiendo que es una actitud, que en general, tenemos en esta época del año y que debemos aprender a regular, si no queremos quedar estancados en balances parciales.

Desde el Coaching sostenemos que los balances son buenos solo cuando van acompañados de aprendizajes concretos; es decir, cuando nos permiten aprender y preguntarnos: ¿qué salió bien? ¿qué salió  mal?¿qué se puede mejorar hacia el futuro?  ¿cómo haremos para mejorar en concreto?. Estas son algunas de las posibles preguntas poderosas (generativas) que en los procesos de Coaching solemos plantear los coaches para ayudar al cliente a  para extraer esos aprendizajes.

Dicho de otro modo: de nada sirve un balance, independientemente de que su resultado sea positivo o negativo, si nos perdemos la oportunidad de aprender de lo que nos ha sucedido en ese año, o en ese proceso, respecto del cual hacemos el balance.

Las personas, a diferencia de otros seres vivos, podemos desarrollar lo que se conoce como “meta-cognición” es decir, ejercer esa capacidad de aprender de nuestros modos de aprender y de pensar, para mejorarlos, revisarlos, confirmarlos y modificarlos, si así lo decidiéramos.

Es decir, podemos hacer un análisis reflexivo sobre las acciones que nos han resultado y aquellas que no resultaron tanto para el logro de nuestras metas.

Pero más allá de todo esto, la realidad es que noviembre nos predispone a hacer balances que no siempre nos dan bien.

¿Cuál sería mi recomendación, entonces, frente a esta propensión a hacer balances?

¿No hacer balances sería mejor?

No se trata de no hacer balances, sino de procurar hacerlos en momentos y en espacios de nuestra rutina que nos permitan la reflexión, para poder incluir dentro de los mismos todas las circunstancias y variables que influyeron en la toma de decisiones y por ende en los resultados que hemos conseguido en el marco de ese objetivo o meta planteado.

En realidad, la importancia de hacer un balance es la de permitirnos replicar lo que funcionó y revisar o dejar de lado aquellas acciones y conductas que no nos permitieron acercarnos al objetivo.

Pongamos un ejemplo concreto: supongamos que nuestra meta era aprender a hablar Francés en este año 2017. Si a esta altura del año no me he inscrito en ninguna academia o instituto, lógicamente no habré logrado acercarme al objetivo.

Ahora bien, puedo limitarme a anotar: “No conseguí mi meta de aprender a hablar Francés” en un balance no generativo; o bien puedo aprender que fue lo  que me obstruyó la posibilidad de conseguirlo.

Es decir, resulta de mayor valor preguntarme : ¿Qué podría hacer ahora para que no se repita el año próximo esta situación?, ¿Quienes me pueden ayudar a encauzar mi objetivo?, ¿Qué puedo empezar a hacer ahora mismo, para acercarme a la meta (ejemplo: averiguar costos, horarios y requisitos para inscribirme en cursos de verano y del año próximo).

Las decisiones que tomemos, a partir de éste tipo de balances generativos, es decir, de estos balances de los cuales aprendemos, serán más inteligentes, y sobre todo nos permitirán estar más en paz con nosotros mismos.

Porque lo importante, y créeme que es así,  no es solo el resultado, sino “el aprendizaje” que hayamos conquistado en el proceso hacia ese resultado.

Artículo publicado en la Revista Ayres de San Luis. Edición Noviembre 2017.

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Ubicación

Rivadavia 220
Ciudad de San Luis - San Luis - CP:5700

Contacto

info@ramirezcarbajo.com

Cuéntanos acerca de ti

Nos va a gustar escuchar acerca de su proyecto. Por favor, póngase en contacto con nosotros.

Somos una empresa que cree que las personas son lo mas valioso y por eso trabajamos intensamente en entrenarlas para dar su mejor versión.