Volver a nuestras actividades cotidianas, a cumplir horarios y retomar las responsabilidades que teníamos en los ámbitos laborales y escolares cuesta.
Nadie se atrevería a poner en duda aquellos datos estadísticos que numerosos estudios científicos afirman: “…lleva una semana entrar en ritmo-vacaciones y una semana ingresar nuevamente en ritmo-laboral” .
Esto explica porqué cuando se termina la última semana de nuestras vacaciones sentimos que no hemos llegado a recuperarnos.
Pero no todo es tan malo como parece. Es más, podemos disfrutar de ese espacio de plenitud y serenidad, propio de las vacaciones, porque lo valoramos en contraste con nuestra rutina de actividades habitual.-
Dicho esto, a nadie le gusta que terminen las vacaciones. Pero la pregunta que me moviliza internamente es: Ahora bien, volvemos, retomamos, pero ¿cómo? Todo es cuestión de hábitos.
Este es un tiempo de “transición”, en el cual nos reencontramos con aquellos hábitos que nos ordenan y que permiten le saquemos el mayor provecho al tiempo útil; tanto en el trabajo como en otros ámbitos (personales, sociales, etc)
No todo es tan malo, decía, ya que nos volvemos a dar la mano con aquellas personas que dejamos de ver durante las vacaciones, en aquellos espacios que nos nutren tanto como profesionales–entrando en contacto con nuestros colegas– como personales, ya que formamos parte de diversos círculos sociales.-
Por eso, si me permiten, quisiera enumerarles las que considero son cinco claves para retomar “con una sonrisa” tus rutinas cotidianas (y no morir en el intento).
1. Retoma tu rutina matutina de auto-cuidado:
Todos tenemos (o deberíamos tener, por ser altamente recomendable para la salud emocional) esas pequeñas acciones que realizamos al levantarnos, junto con preparar el mate: como puede ser regar las plantas, leer un buen libro, dedicarnos tiempo de “producción”, etc. Esta enumeración no pretende ser taxativa, sino más bien todo lo contrario. Aquí te toca completar cuáles son esas actividades que te encanta realizar en las primeras horas del día, que te cargan la energía y son tan importantes antes de salir a enfrentar y disfrutar de la aventura cotidiana.
A la primera hora del día la voy a destinar a __________ (Recomiendo que lo completes mentalmente y luego lo lleves a un cuaderno).
2. Re-encontrate con el reloj media hora antes:
¡¿Cómo es posible esto?!
Lo que te estoy sugiriendo es que indiques tus compromisos tanto en tu agenda de papel como en tu agenda digital con media hora de anticipación. Ello te dará más margen. De esta manera evitaras llegar tarde a todas partes, esa primera semana en la que te estas adaptando. Creéme, da mucho resultado y evita empezar con el pie izquierdo, lejos de embotellamientos y malos ratos.
3. Reserva una o dos horas solo para vos:
Es valioso cumplir con todos y todas tus obligaciones, pero mas valioso es que entiendas que de tu bienestar depende tu rendimiento y la eficiencia con la que llevas adelante tus responsabilidades. Recuerda lo que al respecto decía Napoleón: “Vístanme despacio que estoy apurado”. Dedícate tiempo para poner en orden tu agenda, llamar a la psicóloga, pedir turno al médico o al spa, o simplemente para estar en tu casa tranquilo/a antes de enfrentar la vorágine de actividades cotidianas.
4. Apóyate en tu equipo:
Seguramente, si sos ama de casa tanto como si sos un/a profesional tenés un equipo: me refiero a tu familia. Podes contar con ellos, además de ellos contar con vos, y por eso es clave que distribuyas responsabilidades entre todos los miembros de la familia: “delegar” será esencial para que no colapses a los quince días de haber comenzado a pleno con la rutina laboral/escolar.
5. Tenete paciencia:
Reencontrarte con tus obligaciones y con los apuros y demandas de la cotidianidad, ya sea dentro del ámbito laboral o en tu propia casa; cuesta e impacta bastante; sobre todo cuando pasamos de estar 24 horas al lado de una pileta y tomando mate para pasar a correr nuevamente tras el reloj.
Como se trata de redefinir hábitos, entender que esto no es solo producto de un único acto sino el resultado de un proceso (que lleva tiempo) será clave para no ponerte ansiosa/o de más.
Como ves, estos cinco tips no tienen nada de raro ni son difíciles de realizar.
Se trata de entender que “ordenarte” puede ser clave en esta adaptación al nuevo ritmo, y que cuanto más y mejor logres organizarte mejor será como pases tu día, y vayas reencontrándote con las rutinas.
“Todo concluye al fin…todo tiene un final”…suena a lo lejos, en un barquito a motor de un lejano dique de nuestra Provincia…pero con estos tips ya estamos algo más preparados para enfrentar los desafío del nuevo año.
2018…¡Vamos por más!
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