Cada vez me convenzo más que la clave del éxito no solo radica en tener grandes ideas, o importantes revelaciones, sino en ser consecuentes con aquello que decimos hacer.
Dicho en otras palabras: lo importante no es sólo tener la inteligencia para diseñar proyectos u objetivos sino también la voluntad, es decir, esa facultad que hará que seamos perseverantes a la hora de conseguir nuestras metas.
Por oposición, un hábito que no colabora con nuestro éxito y nuestro desarrollo es la procrastinación.
¿Qué es? Consiste en esa conducta reiterada por el cual una persona “sistemáticamente” posterga decisiones o acciones importantes. En otras palabras, consiste en dilatar el momento de decidir y actuar, alegando que siempre habrá circunstancias mejores en el futuro para resolverlo.
Ahora bien, ¿quieres saber cuáles son los 5 signos de que estamos procrastinando? Ellos son:
- Nos quedamos instalados en la duda: analizamos tanto una misma cuestión que no podemos salir disparados a la acción, en ningún sentido.
- Consultamos la opinión de más personas que las estrictamente necesarias, a la hora de tomar una decisión.
- Traemos a nuestra memoria el recuerdo de la última decisión que no resultó bien, o que nos trajo consecuencias indeseadas, para mantenernos en esa situación de postergación.-
- Encontramos justificaciones muy variadas para explicar nuestra conducta dilatoria-
- Nos empezamos a juntar con personas que tienen el mismo hábito: de este modo no nos hacen sentir mal, sino por el contrario, confirman nuestra conducta.
De manera tal que no estoy diciendo que sea malo dudar, o pedir consejos a las personas en cuyo criterio confiamos, al contrario, esto es recomendable siempre. Sino que hablamos de situaciones que se empiezan a repetir en nuestras rutinas, dilatando la toma de decisiones y obstruyendo nuestras actividades, en el mediano y corto plazo.
Para que no incurramos en el HÁBITO DE LOS VENCIDOS, te invito a pensar en las siguientes preguntas poderosas:
¿Consideras que has incurrido en este hábito de postergación últimamente? ¿a qué lo atribuyes?
¡Nos vemos en el próximo artículo!
Dra. Julieta Ramirez Carbajo
Deja una respuesta